Shakira y Piqué
Desde que se desató la presunta infidelidad de Gerard Piqué con Clara Chía Marti, la cantante barranquillera Shakira ha estado tratando de distanciarse tanto de su ex pareja como de Barcelona, donde su vida se había vuelto complicada junto a la familia del exfutbolista. Sin embargo, ahora la situación se ha vuelto más complicada debido a un problema con la Hacienda española que afecta a Piqué.
Shakira abandonó la ciudad condal poco después de finalizar su relación con Piqué, pero no lo hizo sola, se llevó consigo a Milan y Sasha, sus dos hijos con el futbolista. La vida de los niños se había vuelto complicada en España tras la separación de sus padres. La artista esperó la decisión de un juez, quien finalmente le otorgó la custodia de los menores y le permitió llevárselos de Barcelona.
La colombiana se estableció en Miami, Estados Unidos, lejos de los reflectores de las cámaras y el acoso de la prensa. La decisión del juez se basó en que Shakira podía proporcionar un entorno adecuado para criar a sus hijos en Florida, siempre y cuando permitiera que Piqué estuviera con los niños varias veces al mes. Sin embargo, este acuerdo parece haber sido violado por una de las partes, lo que ha generado un nuevo conflicto.
Según los informes de la prensa en España, Gerard Piqué está pasando más tiempo con sus hijos y parece que desea evitar los constantes viajes a Miami para verlos. Se rumorea que Piqué está buscando establecer nuevas reglas que le permitan pasar más tiempo con los niños, una situación que no sería del agrado de Shakira, quien ha compartido en sus redes sociales momentos felices con sus hijos.
El paparazzi Jordi Martin ha revelado que la familia de Piqué ha contactado a Shakira y la está presionando para negociar un nuevo acuerdo de custodia que no limite la convivencia con los niños solo a las vacaciones. Hasta el momento, no se conoce la reacción de Shakira ante esta solicitud, ya que ella desea pasar las fiestas de Navidad con sus hijos y su familia.
La situación actual entre Shakira y Piqué refleja un conflicto en curso en relación con la custodia de sus hijos, y el desenlace de este enfrentamiento aún es incierto. La pareja deberá encontrar una solución que beneficie a los menores y que respete los acuerdos previamente establecidos ante la justicia.