“Estoy muy feliz de haber m4tado”: escalofriante juicio a “La diablita”

Leniz Escobar, “la diablita” de Long Island, sonrió cuando miembros de la pandilla MS-13 mataron a cuatro jóvenes con machetes, e incluso “lamió sangre” de las víctimas durante la masacre, dijeron los fiscales en los argumentos finales en su espeluznante juicio por homicidios en Nueva York.

Escobar, de 22 años, atrajo a las víctimas a la muerte en un parque local después de convencer a la pandilla notoriamente despiadada de que “se habían burlado de ellos” usando los símbolos de la MS-13, dijo la fiscal Justina Geraci en un tribunal federal en Central Islip.

La acusada le dijo a su novio Jeffery Amador, pandillero de la MS-13, que “estaba muy feliz” de haber atraído a cuatro hombres a una emboscada mortal con machetes, según la grabación de una llamada desde la cárcel presentada ayer jueves como evidencia en su juicio federal por asesinato.

 

 

Otra testigo y amiga de Escobar, Keyli Gómez, había declarado “cómo ella y la acusada se agacharon junto a las víctimas y vieron cómo los mataban. No gritaron ni lloraron mientras las víctimas eran cortadas con machete hasta la muerte”.

“Justo antes de que [la víctima] Michael López fuera asesinado a machetazos, (Escobar) sonrió”, recordó la fiscal Geraci.

Según los acusadores dicen López (20) y tres amigos adolescentes -Justin Llivicura (16), Jorge Tigre (18) y Jefferson Villalobos (18)- fueron ejecutados por MS-13 después de que varios de ellos publicaran fotos con símbolos de pandillas, en un aparente esfuerzo por atraer a las niñas.

Escobar y Gómez supuestamente los llevaron al parque Central Islip para fumar marihuana, mientras una turba de gánsteres MS-13 esperaba para emboscarlos. Sólo una de las víctimas previstas, Elmer Alexander Arteaga Ruiz, salió con vida corriendo, y pudo testificar contra Escobar.

Los abogados de Escobar han afirmado en el juicio que ella no sabía que las víctimas serían atacadas. Su prima Cindy Escobar dijo a la prensa afuera de la corte que la acusada había tenido una infancia difícil, sin padres.

Long Island y Queens son las dos de las áreas con mayor presencia de Mara Salvatrucha en EE.UU., donde se le atribuyen docenas de asesinatos y desapariciones. El grupo está asociado con reclutar jóvenes, mayormente de origen latino.

 

 

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