Que hacen?

Hubo un tiempo en el que los baños del subterráneo de Buenos Aires eran escenario para el CHUCUCHA casual. Si te gustaba un chico que iba en el vagón y bajaba en la misma estación, disimuladamente podías citarlo en los sanitarios para darle rienda a la urgencia.

Finalmente se han puesto en valor las estaciones porteñas con unos divinos murales, pero los baños aún conservan su hedor insoportable, por lo que no entiendo cuan inspirador puede ser hacerlo en un baño público (latinoamericano). Aunque por lo visto el lugar tiene encanto mundial. Hace poco nomás al medio scrum de los All Blacks lo sancionaron por tener CHUCUCHA con su chica en el baño del aeropuerto de Christchurch, Nueva Zelanda.

Algo semejante le sucedió a Jamie Barnes, una vecina del barrio de South Memphis, Tennessee, Estados Unidos, cuando días atrás llegó a su casa y encontró a dos ladrones teniendo CHUCUCHA en el sofá del living. Robaron todo y hasta les sobró tiempo para evacuar la urgencia. “Lo único que se me ocurrió hacer fue coger una escoba y golpear a ese hombre ” dijo la damnificada, que corrió al hombre a escobazos mientras la ladrona se vestía a la carrera y lograba escapar con el botín (algunas joyas, zapatos y ropa).

Parece que la población de incontinentes no deja de crecer, pues a cada rato tenemos noticias de individuos que no resisten la tentación de hacerlo donde caiga. Pero ningún lugar podría resultar peor para los incontinentes hipocondríacos que un baño público. Si bien es cierto que es muy dificil pescarse ahí alguna ETS (enfermedad de trasmisión sexual), la OMS considera que la falta de higiene es uno de los principales factores de riesgo para contraer enfermedades infecciosas.

“La superficie de un baño sucio puede llegar a convertirse en un lugar idóneo donde los microorganismos encuentren las condiciones necesarias de humedad y temperatura para poder crecer y desarrollarse”, refuerza Alejandra Pérez-García, del departamento Microbiología Clínica de la Clínica Universidad de Navarra.

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